martes, 22 de diciembre de 2009

Copenhague

Ando perdido entre hielos y nieves, buscando a mis amigas las flores. Las floreros de los informativos nos machacan con el fracaso de la cumbre de Copenhague. Es de lo poco que me ayuda a esbozar una sonrisa. Ojalá la Tierra vuelva a conocer el esplendor de la cálida Edad Media y podamos regocijarnos en la belleza de la Madre Naturaleza. Los hombres que odiaban a las flores lo han intentado, pero no han conseguido ponerse de acuerdo para frenar nuestro gozoso peregrinar hacia el calor.

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